Caminar por la montaña es todo un placer, hacerlo de noche es una experiencia sin igual, pero hacerlo sin lámpara y solo iluminado bajo la luz de la luna, es increíble.

Así que el pasado sábado nuestros planes cambiaron, ya que teníamos el plan de acampar en un parque natural en las faldas de la Iztaccíhuatl, pero por circunstancias ajenas a nosotros no fue posible y tuvimos que cambiar de planes, para llevar a nuestros invitados al bosque de Sehuaya de la Magdalena Contreras al sur de la CDMX, donde comenzamos nuestra caminata cerca de las 5 de la tarde para ascender a la peña del águila y al energético lugar de “Puerta del Cielo”, donde esperamos que la tarde se consumiera para dejar que la noche nos permitiera observar el infinito firmamento entre la luna y las estrellas donde pudimos por un instante sentir la magia de nuestro planeta y del universo mismo al ver las diversas constelaciones aparecer en el horizonte conforme la penumbra nos alcanzaba.

Así en cuanto anocheció por completo, decidimos regresar, improvisando nuevamente nuestra ruta para caminar completa a obscuras, apagando nuestras lámparas y acostumbrar nuestra vista por poco más de 2km con solo la luz de la luna que lograba escapar entre los árboles para iluminar nuestro camino al mirador de la Ciudad de México, donde quedamos un rato contemplando la vida de la ciudad vista a lo lejos desde lo alto de la montaña.

Cerca de las 10:00 p.m. comenzamos nuestro regreso al camping, para montar las casas de campaña, disfrutar de un chocolate caliente y el cansancio poco a poco nos invitara a dormir para la aventura que nos esperaba al día siguiente: hacer cañonismo.

#SiTienesMiedoHazlo #AtréveteAExplorar